Sufrir un accidente de tráfico es una experiencia estresante, confusa y, en muchos casos, dolorosa. En los momentos posteriores al siniestro, es normal no saber cómo actuar, pero cometer errores en esos primeros pasos puede perjudicar gravemente tu derecho a recibir una indemnización justa. Como abogados especializados en accidentes de tráfico, hemos visto cómo decisiones aparentemente insignificantes pueden complicar la reclamación y reducir significativamente la compensación que corresponde por lesiones, daños materiales o perjuicios personales.

En este artículo te explicamos los errores más comunes tras un accidente de tráfico y cómo evitarlos. Si has tenido un siniestro, consulta siempre con un abogado especializado en accidentes de tráfico ya que cada caso tiene particularidades legales importantes.

 

1. No llamar a la policía ni solicitar un atestado

Uno de los errores más frecuentes es no llamar a la policía cuando no se firma parte amistoso o hay versiones contradictorias. Aunque los implicados estén de acuerdo en principio, es habitual que posteriormente alguna parte cambie su versión al declarar ante la aseguradora.

📌 Consejo legal: Si no hay parte amistoso o hay heridos, llama siempre a la policía o Guardia Civil. El atestado servirá como prueba esencial en caso de litigio.

 

2. Firmar un parte amistoso sin leer bien o sin entenderlo

Otro error habitual es firmar el parte amistoso de accidente sin revisarlo a fondo, o incluso admitir una culpa que no corresponde. Este documento es una declaración de responsabilidad y tendrá mucho peso ante las aseguradoras.

📌 Consejo legal: Nunca firmes un parte si no estás de acuerdo o si el dibujo y las observaciones no reflejan exactamente cómo ocurrió el accidente. Si tienes dudas, indica «no conforme» y asesórate antes de enviarlo.

 

3. No acudir al centro médico inmediatamente

Muchas personas no sienten dolor justo después del accidente, o lo atribuyen a un simple golpe. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer horas o incluso días después. Si no acudes a urgencias en las primeras 72 horas, la aseguradora puede negar la relación entre el accidente y tus lesiones.

📌 Consejo legal: Ve al médico lo antes posible y guarda todos los informes. Incluso si crees que “no es nada”, es clave que haya constancia médica desde el principio.

 

4. No conservar pruebas del accidente

Otro error frecuente es no recopilar pruebas suficientes: no hacer fotos, no anotar datos de testigos o no quedarse con la información del contrario.

📌 Consejo legal: Haz fotos del lugar, de los vehículos implicados, de los daños y de las señales. Toma nota de nombres, matrículas, DNI, y teléfono de los testigos. Toda prueba puede ser clave para acreditar tu versión.

 

5. No comunicar el accidente a tu aseguradora en plazo

El plazo legal para comunicar el siniestro a tu compañía es de 7 días, según la Ley del Contrato de Seguro. No hacerlo puede suponer pérdida de coberturas.

📌 Consejo legal: Informa a tu aseguradora en cuanto sea posible, aunque no seas el culpable. Y sobre todo, hazlo por escrito y quédate con acuse de recibo o justificante.

 

6. Aceptar la primera oferta motivada sin consultar a un abogado

Es muy habitual que las compañías aseguradoras envíen una oferta motivada de indemnización, que aparenta ser “justa” pero rara vez lo es. Si aceptas y cobras, renuncias a reclamar cantidades mayores, incluso si se descubren nuevas secuelas.

📌 Consejo legal: Antes de aceptar cualquier cantidad, consulta a un abogado experto. Un perito médico independiente puede valorar tus lesiones con mayor objetividad que el médico de la aseguradora.

 

7. No acudir a rehabilitación o dejar el tratamiento antes de tiempo

Si interrumpes la rehabilitación o no acudes a las citas médicas, la aseguradora puede alegar falta de colaboración o agravamiento voluntario, lo que podría perjudicar tu reclamación.

📌 Consejo legal: Sigue siempre el tratamiento prescrito por el médico y acude a todas las sesiones de rehabilitación. Guarda justificantes de asistencia y recetas.

 

8. No documentar los gastos derivados del accidente

Muchos afectados no conservan los justificantes de gastos de transporte, medicación, productos ortopédicos o asistencia domiciliaria, y pierden la oportunidad de reclamarlos.

📌 Consejo legal: Conserva todos los tickets, facturas y justificantes de pago. Estos gastos son reclamables siempre que estén relacionados con las lesiones.

 

9. No contar con un abogado especialista en accidentes de tráfico

Muchas personas confían únicamente en su aseguradora o intentan resolver la reclamación por su cuenta. Esto es un error que puede costarte miles de euros en indemnización no cobrada.

📌 Consejo legal: Un abogado independiente especializado defiende tus intereses, no los de la aseguradora. Además, sus honorarios pueden estar cubiertos por tu póliza de defensa jurídica.

 

10. No reclamar secuelas o perjuicio estético

Muchas víctimas no saben que pueden reclamar secuelas aunque sean leves, como limitaciones de movilidad, dolor crónico o perjuicio estético. Otras veces no se valoran adecuadamente.

📌 Consejo legal: Revisa con un abogado y un perito médico si puedes reclamar secuelas o un perjuicio estético. Aunque te parezca menor, puede suponer una compensación relevante.

 

¿Qué hacer si ya cometiste alguno de estos errores?

No todo está perdido. En muchos casos se pueden subsanar errores si se actúa con rapidez. Por ejemplo, se pueden recopilar pruebas posteriores, aportar testigos o informes médicos complementarios, o incluso impugnar una oferta insuficiente.

Lo más importante es consultar cuanto antes con un abogado de accidentes de tráfico. En nuestro despacho analizamos tu caso sin compromiso y te orientamos desde el primer momento para que no pierdas tus derechos por desconocimiento o por confiar en la versión de la aseguradora.

En un accidente de tráfico, los primeros pasos marcan la diferencia. No dejes tu indemnización en manos de la aseguradora sin asesorarte. La mayoría de los errores que hemos mencionado se deben al desconocimiento de la ley o a la confianza excesiva en la buena fe de las compañías.